Reloj Roskopf, el reloj del proletariado

11 de ene, 2018 por Wenceslao Fernández

Roskopf, el reloj del proletariado

Georges Frederic Roskopf, relojero suizo, fue el inventor del famoso reloj "Roskopf", conocido como el reloj del proletariado. ¿Sabías la historia de este reloj y su origen? Nosotros te la contamos.


Georges Roskpof nació en Alemania a principios del siglo XIX. De pequeño se marchó a Suiza, donde se nacionalizó y empezó a trabajar con solo 21 años como aprendiz de relojero. Dos años de formación le sirvieron para aprender el engranaje interno del reloj y su posterior proceso de fabricación.

Al poco tiempo de aprender la profesión, se enamoró de Lorimier, una viuda con dos hijos provenientes de una familia adinerada. Montó su propio taller de relojería, aunque tras 15 años vendió el negoció y decidió fabricar relojes asociándose a otras compañías. 

 

Reloj Roskopf de Cuervos y Sobrinos

 

Un reloj de bolsillo para el pueblo

En los siguientes años, Roskpof inventó un reloj de bolsillo para el pueblo con un coste de 20 francos; la paga semanal de un obrero, denominándolo así como “El Reloj del Proletariado”. Sus materiales eran de peor calidad, de metal barato; frente a los que se hacían en aquellos tiempos que eran de oro y plata. No obstante, tenía una poderosa maquinaria interna que lo hacía especial frente al resto.

Las características del reloj eran las siguientes: formado por 57 piezas frente a las 160 piezas de los relojes de la época. Esto facilitaba mucho la tarea de fabricación.  

Lo más curioso de esta historia es que el reloj, pensado para las clases bajas, fue aceptado y adquirido también por las clases altas. De manera que fueron los aristócratas y oficiales del ejército los que más se interesaron por el mismo. 

Finalmente en 1872, tras la muerte de su esposa, Roskopf cedió el negocio a su socio y decidió retirarse a Berna, el lugar donde falleció. 

 

Reloj Roskopf, un reloj de bolsillo

 

Una patente que nunca se realizó

Roskopf no patentó nunca dicho reloj, pues en Suiza no se había establecido un sistema de patentes. Por eso, tras su muerte, muchas empresas relojeras fabricaron este modelo. Se estima que su hijo Fritz Edouard Roskopf vendió unos 20 millones de relojes y su nieto 10 millones.

Se trata de una historia peculiar, ya que un reloj concebido para el proletariado fue adquirido por las clases altas del país gracias a su estética, sencillez, eficacia y precio, dando todo un vuelco a las expectativas generadas en su creación.

En todocoleccion encontrarás relojes Roskopf de todo tipo con los que completar esta historia.

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