12 de mar, 2019 por Ignacio del Valle
Para decorar de forma original, los muebles antiguos restaurados le dan un toque vintage o retro a tu hogar.
Los muebles restaurados nos transportan a otros tiempos que corrían menos interconectados y volátiles, donde primaba la calidad y la durabilidad. Muebles y complementos decorativos hechos para pasar de una generación a la posterior gracias al trabajo de rescatadores de la memoria. Restaurar estas piezas de colección e incorporarlas a nuestro espacio vital ayudan mucho a comprender la actualidad.
Hay aportaciones de la economía circular que también benefician al bienestar emocional. Al aprovechamiento de los recursos y materias primas, el respeto al medioambiente con la reutilización y el reciclaje, se incorporan las líneas y el colorido que se revisa y se adapta a los gustos estéticos de hoy. Hay cientos de diseños dignos de ser rescatados y mejorados a través de la personalización y el toque artístico que llevas dentro.
Ya sea como entretenimiento, pasión o negocio, restaurar muebles y darles una nueva oportunidad y destino forma parte de esos pequeños lujos, placeres y conquistas estéticas que, tanto el coleccionista, como los diseñadores de arquitecturas interiores proponen disfrutar a diario.
Hay una multitud de corrientes estéticas que se fusionan para hacer más confortables apartamentos, estudios, pisos, casas rurales u oficinas. Para decorar con personalidad un dormitorio, cuarto de juegos, cocina o terraza y destacarse de lo común, los muebles antiguos restaurados le dan un toque vintage o retro a tu hogar, y a tu vida. Estar rodeados de objetos bellos e inspiradores, con historias familiares y recuerdos siempre dibuja una sonrisa.
Desde el recio estilo castellano a las filigranas barrocas, las antigüedades dan ese plus de carácter y sorpresa en nuestra vivienda. Los aires palaciegos de un sifonier repintado y actualizado se pueden combinar con el minimalismo racionalista de una pieza original de diseño nórdico o un mueble industrial, vistiendo ambientes que fluyen de sorpresa en sorpresa.
Los renovados aires vintage transmiten el dinamismo optimista de la década de los años 50. Los estilos se bifurcan. Un diseño racionalista continuador del espíritu Bahuaus y Art Decó frente a las líneas curvas y coloridas, las formas ameba, Hermanas Gilda que el Gran Vázquez inmortalizó en sus tebeos de la editorial Bruguera.
Una vez apaciguada una Europa en reconstrucción se propone olvidar las calamidades de la guerra. A la España de la autarquía se asoma el turismo y la sociedad del consumo. En decoración se incorporan nuevos materiales para la fabricación de mobiliario en masa para una clase media emergente de familias numerosas y ávida de novedades: formicas, estructuras metálicas tubulares y despellejantes pieles sintéticas de “sky” en los sofás. Poco a poco las mesitas de la televisión, con sus patas aerodinámicas y espaciales, pueblan los salones de los pisos de innumerables barrios nuevos en construcción.
La incorporación de los plásticos inyectados, las lámparas de cristal pop y motivos geométricos, la pasión por la novedad efímera continúa. El impulso llega hasta la complicada década de los 70 alfredolandistas y sus formas poperas. La modernidad de los años 80 tuvo su punto destructivo con una nueva ola que arrasó con el humilde estilo antecesor.
Gracias a los coleccionistas se han podido rescatar estos muebles imitados y replicados tan presentes en las portadas y reportajes de las revistas de decoración. Comprar antigüedades, muebles antiguos en este caso, siempre goza de un componente de revalorización futura. Sobre todo, si están en buenas condiciones, como es el caso de los muebles restaurados, o listos para revitalizar, que todocoleccion tiene catalogados para ti.