17 de jun, 2025 por Ignacio del Valle
Desde Valencia Iván Sainz Herrero de La Patineta lleva décadas dedicado a la compraventa de coleccionismo: discos, juguetes, papel y curiosidades. En esta entrevista nos cuenta cómo gestiona su día a día y su visión sobre el mundo del coleccionismo.
A media mañana en Valencia calienta el sol, pero es el trato cálido y afectuoso de Iván Sainz Herrero de La Patineta el que se deja sentir de verdad.
La historia de Iván se remonta a mediados de los 90. Comenzó con la música, con una pequeña distribuidora y un catálogo hecho con máquina de escribir. Fotocopiaba portadas de discos y las pegaba con la descripción del disco: Empecé así y luego ya con un ordenador y un catálogo propio. Venta por correo. Con internet, se inició en las plataformas de compraventa online. Un día conoció todocoleccion, una página española dedicada al coleccionismo en España, más local. Desde el año 2009, la verdad que me cambió totalmente todo. Empecé poco a poco y llegó un momento en el que me cambió de tal forma mi realidad y mi vida, hasta el punto en que dejé mi trabajo anterior y me dediqué en exclusiva a La Patineta. Actualmente, cuenta con un catálogo de más de 23.000 lotes y más de 19.000 valoraciones de 5 estrellas. Su pasión son los años 70-80: juegos de ordenador, juguetes, monopatines, bicicletas BMX, álbumes y cromos, discos de vinilo y cassettes, revistas, catálogos, entradas de conciertos y fútbol, curiosidades, etc.
La afición de Iván viene de casta: Mi padre ha sido coleccionista toda la vida. Desde pequeño iba con él al rastro. Ahora, ya jubilado, su padre ha encontrado en todocoleccion una forma de vaciar la casa de antigüedades —radios, máquinas de coser y otros objetos voluminosos— que fue comprando con ilusión durante años. Aunque matiza que hoy en día esas piezas han perdido algo de valor respecto a otras épocas, afirma que su padre se ha entretenido mucho vendiendo y, sobre todo, aligerando la casa, algo que su madre agradece especialmente.
Para Iván, vender en todocoleccion es la mejor forma de evitar líos y olvidos: Si vendes en varios sitios, es fácil que se te olvide quitar un artículo. Se apoya en su equipo para fotografiar, investigar y subir los lotes, pero los envíos los gestiona personalmente: Quiero que todo llegue perfecto, como me gustaría recibirlo a mí. Si algo va mal por mi embalaje, la responsabilidad es mía.
Todos sus envíos viajan asegurados: Prefiero la tranquilidad. Envío a través de Correos con todocoleccion (Envíos tc), que incluye seguro, y si el valor es mayor, lo amplío. Su volumen de tráfico es notable: unos 300-350 paquetes al mes, a menudo con varios lotes en cada uno, sobre todo en papel, juguetes, cromos o folletos de cine.
Iván participa en semanas temáticas promocionales cuando puede; le parecen una buena oportunidad para dar visibilidad a sus lotes y llegar a nuevos compradores. Hay semanas en las que se nota que hay más movimiento, sobre todo cuando la sección que se promociona es la mía. Por ejemplo, en la Semana del Papel o la de los Vinilos, se vende más y hay más consultas. Es una buena forma de dinamizar el mercado y de que los compradores descubran cosas nuevas. Cuestión de gestionar la jornada, reconoce que lo que más tiempo le ocupa es la compra de material: Paso la vida visitando gente, buscando colecciones, herencias… Eso y preparar paquetes, que lleva mucho trabajo y cariño. Si haces las cosas bien, apenas surgen problemas. Y si hay alguno, lo soluciono directamente con el cliente: si no le interesa, se le reembolsa todo sin problema.
Una de las obsesiones de Iván es que los envíos lleguen en perfecto estado, pase lo que pase durante el transporte. Siempre pienso: ¿cómo me gustaría a mí que me llegase esto? Pues igual lo hago. Todo va envuelto perfecto para que, aunque lo muevan, lo vibren, se caiga al suelo o se moje, llegue bien. Hace años tuve un caso en el que una revista llegó mojada porque el cartero iba con las cartas en la mano y ese día llovía. Desde entonces, todo, absolutamente todo lo que envío va plastificado dentro, todo bien cerrado para intentar que llegue perfecto.
El nivel de detalle en el embalaje es tal que muchos clientes le felicitan por ello. Hay auténticos artistas en el mundo de los libros y el papel, gente que cuida mucho los envíos, y yo intento estar a la altura. No cuesta tanto ponerle cariño y, a la larga, se nota en la satisfacción del cliente y en la repetición de las ventas.
Un cliente le escribió para contarle que había comprado una revista porque buscaba imágenes en las que pudiera aparecer su madre, que tocaba en una banda. Al revisar la revista, su madre reconoció en una foto al que había sido su pareja en una aventura de juventud, y que era el padre del comprador, al que nunca había conocido. Este hallazgo le permitió ponerle cara a su padre por primera vez, algo que le emocionó profundamente.
Iván, además de este caso, ha vivido más situaciones en las que los objetos vendidos tienen un gran valor sentimental para los compradores, como catálogos antiguos relacionados con la historia familiar de alguien. Destaca lo gratificante que es para él vender objetos que pueden significar tanto para otras personas.
Iván observa que el mercado es cíclico y depende mucho de la generación de los compradores. Ahora triunfan los años 70, 80 y empiezan los 90, pero dentro de poco serán los 2000. Hay cosas que antes se vendían muy bien y ahora apenas interesan, porque quienes las apreciaban ya no coleccionan o incluso han fallecido. Por eso, aconseja vender cuando los objetos están en auge, ya que el interés puede decaer con el tiempo.
En cuanto a tendencias, destaca el resurgir del disco de vinilo: Durante los 2000 apenas se fabricaban, así que esas ediciones cortas ahora son muy buscadas y cotizadas. El vinilo ha vuelto con fuerza, no solo por la calidad de sonido, sino por el componente romántico del formato. Asimismo menciona que hay objetos que siempre mantienen su demanda, como los cromos de fútbol, mientras que otros, como álbumes de series antiguas, solo interesan a quienes vivieron esa época.
Para Iván, el coleccionismo nunca desaparece, evoluciona con las generaciones y sus recuerdos: Siempre habrá alguien interesado, pero los gustos y las modas cambian.
La experiencia de Iván es un ejemplo de cómo el coleccionismo es pasión, pero también método, profesionalidad y mimo por el detalle. Su historia inspira a quienes buscan vender o comprar en todocoleccion, demostrando que detrás de cada envío hay una historia, significado familiar y mucho cariño.
¿Te gustaría descubrir más sobre el universo de Iván? Visita la tienda de La Patineta en todocoleccion y explora miles de lotes únicos.
Y si tienes piezas que ya no encajan contigo, anímate a venderlas: en todocoleccion siempre hay alguien esperando para darles una nueva vida.