Con 18 cm. de largo, una medida inusual, este artilugio se usaba a principios del siglo XX ( también en el XIX ) para tirar de los cordones con la fuerza imprescindible para dejar bien sujetos los cabos de los cordones. También se utiliza en cordelería para deshacer nudos etc... El mango es de hueso de la época no teniendo rotura ninguna, únicamente un pequeño descascarillado en una esquina ( inapreciable ).