La pintura Cristo con la corona de espinas es una obra clásica que representa a Cristo con la corona de espinas, mostrando su torso desnudo y cubierto con un manto rojo. La imagen transmite solemnidad y profundidad emocional, con una cuidada composición que resalta los detalles expresivos del rostro y la textura del manto. Está enmarcada en un refinado marco plateado que realza su impacto visual y su carácter majestuoso.