El dibujo era excepcional, así como el colorido de la página dominical, y fue una de las historietas del oeste más auténticas jamás realizadas. De este modo, con pocas palabras, pero absolutamente significativas, resume Ron Goulart (The Funnies, 100 years of American Comic Strips, 1995) la obra que ahora se recupera. Cuando su creador, Warren Tufts (1925-1982), la empezó, aun no había cumplido 30 años y ya había realizado otro "western" para los periódicos: Cassey Ruggles, que escribió y dibujó con gran éxito entre 1949 y 1954. Debido a un inmenso talento natural que desarrollaría sin estudios formales, solo a través de la práctica, Warren Tufts entendió que el potencial de su cómic no podía ser debidamente aprovechado sin su adaptación al cine o a la televisión. Cuando la agencia para la cual realizó Cassey Ruggles se opuso a sus planes, decidió abandonar su creación y dar origen a una serie que pudiera controlar por Completo. Así nació Lance. Concebida como una plancha dominical únicamente, sin tirada diaria y para ocupar, preferentemente, una página entera de los suplementos dominicales de tamaño "estándar" (la mayoría de todos) de los periódicos, la serie se estrenó con gran éxito el 5 de junio de 1955. En esa época, Prince Valiant era el único cómic al que los periódicos aún dispensaban tanto espacio: todas las otras series no disponían ya más que de un tercio de página o, en el mejor de los casos, de media página. Lance fue, por tanto, todo un asombro. Es esta obra maestra del cómic norteamericano la que invita a descubrir al lector a través de cuatro volúmenes, con todas las planchas dominicales (en color; el fabuloso color, original y restaurado) y todas las tiras diarias (en blanco y negro, por supuesto), debidamente reproducidas.