Los cromos que ves aquí están sueltos y pegados sobre una fotocopia.
En otros tiempos, cuando no se podía consultar por Internet, los coleccionistas de cromos solían intercambiar o jugar y ganar cromo a cromo hasta formar una lámina completa. Si uno tenía la lámina original, compartía una fotocopia con los demás, y esta les servía de guía para situar la posición del cromo en la lámina original, y para reconocer cuáles eran los que le faltaban. Aún hoy se sigue manteniendo esta práctica, ya que hay láminas tan raras y difíciles de conseguir, que resulta casi imposible obtenerlas en perfecto estado de conservación. Con paciencia y perseverancia esa lámina llegará, pero mientras, pongo a tu alcance una alternativa más económica de completar tu colección.