CRAZY CAVAN AND THE RHYTHM ROCKERS - OUR OWN WAY OF ROCKIN - VINILO ORIGINAL ED SERDISCO ZAFIRO 1988



Estado del lote: Normal (con señales de uso normal)

A grandes rasgos, Crazy Cavan & the Rhythm Rockers eran unos Teddy Boys, ni más ni menos, que decidieron hacer la música que les gustaba además de escucharla. Por su trayectoria, por su honestidad con toda una filosofía de vida que trasciende, incluso, de la música que escuchan y porque (¿qué narices?) molan mogollón merecen ser destacados como los número 1 de todos esos grupos británicos que empezaron a editar discos de Rockabilly en la segunda mitad de los 70. Además, su cantante, Cavan Grogan, no sólo es poseedor de una voz con una personalidad arrolladora, sino que es uno de los frontman más carismáticos que uno se pueda echar a la cara. El núcleo duro de la banda (los guitarristas Lyndon Needs y Terry Walley y el baterista Mike Coffey) lleva en el grupo 45 años (algunos, más). El bajista, Graham Price, no hacía demasiado que había sustituido al original, Don Kinsella, cuando grabaron este Our own way of rockin’.

Corría el año 1977, en plena eclosión del Punk, la New Wave y de otros revivalismos como el de los Mods, ¿qué mejor forma de reivindicar los sonidos más clásicos que titular un disco “nuestra propia manera de rocanrolear”? Porque Cavan y sus chicos ya dejaban claro que nadie iba a hacerles de menos, o la tendrían (el puño rodeado con la cadena de moto en la portada y la posición de combate de la foto de la contracubierta son verdaderas declaraciones de intenciones). Y así nos encontramos este clásico, tercer álbum de la banda, lleno de Rockabilly energético, sin tapujos, ni trampas, ni cartón. Absolutamente imprescindible. Recordémoslo pues.

OUR OWN WAY OF ROCKIN empieza con esa barbaridad llamada “Boppin’ n’ shakin’”, todo un derroche de energía en el que recogen toda la mala leche de Little Richard y lo trasladan a un escenario más de la Sun Records. Lo dicho, una barbaridad.

Continúa una versión de Ronnie Hawkins, “Watcha gonna do when the creek runs dry”, menos salvaje que el tema anterior. Pero sigue siendo una canción que invita a bailar sobre su ritmo sencillo y sus riffs ajustados. La cuestión es no parar la fiesta.

El tercer tema es otra versión pero también uno de los clásicos del repertorio de Cavan y los Rhythm Rockers. Nada menos que el tema góspel “Ol’ black Joe”, pasado por la versión de Jerry Lee y adaptado a la peculiar y personal forma de arreglar el Rockabilly de los galeses. Para corear puño en alto a altas horas de la noche.

Sigue “My own way of rockin’”, la canción que da título al disco y en la que dejan claro que esto es algo más que una forma de hacer música, sino de entender la vida. Un medio tiempo que comienza con uno de los punteos de guitarra más chulos del revival británico.

En quinto lugar llega “Drinkin’ wine”, la versión del clásico de Stick McGhee, aunque recogida por las posteriores de Malcolm Yelvington y, sobre todo, del Johnny Burnette Trio. Vuelve el Cavan más energético y cachondo y esta oda al vino (al vino y, si hace falta, al agua de los floreros) imprescindible en el repertorio de escuchas de cualquier amante del Rock’n’Roll clásico.

That’s my mouse” continúa con esos riffs machacones y pegadizos que invitan a llenar la pista de Teds dispuestos a bailar el Boppin’ el rato que haga falta. Seguimos de fiesta durante toda la noche.Y cierra la cara A otro de los himnos del repertorio de la banda. “My little sister’s gotta motorbike” es otro bopper lleno de fuerza, versionado por multitud de bandas posteriores. La historia de la hermanita conduciendo la moto entre los rudos rockers y sus Norton y sus Triumph es otra invitación al baile y la diversión. Con efectos de motores rugientes y ambulancias incluidos.

La cara B abre con “Why don’t somebody”, con un toque mucho más Country&Western que se nota con el riff de Walley. Los orígenes vaqueros del Rockabilly están más que presentes en esta composición de la dupla Grogan/Needs.

Y el tono cowboy sigue en “Tennessee border”, revisión del clásico del gran Hank Williams, el cantante Country que puso los cimientos para lo que unos años después se denominaría Rockabilly.

Sigue “Teddy jive”, una de las canciones en las que los galeses hacen referencia a su público más fiel y al movimiento en el que se encuadran. De hecho, a todo este revival británico de los 70 se le ha denominado “Rockabilly para Teddy Boys”, aunque nosotros preferimos llamarlo Rockabilly a secas. Pues es, realmente, de lo que se trata. Y ojito con el tema, que se las trae.

Gotta be my baby” tiene un tono mucho más jocoso y divertido. El propio Cavan la canta de forma diferente a su tono algo más agresivo. Ya hemos dicho que se trata de un cantante excelente y aquí demuestra variedad de registros interpretativos.

El siguiente tema es una versión de un clásico Eddie Bond, “Monkey and the baboon”. Más rápida y rockabillizada que la original, mucho más Blues, ya que la banda se la lleva a su terreno, donde la convierte en un llenapistas (uno más) de cualquier fiesta rockera que se precie.

Y vamos llegando casi al final. “Gonna rock, gonna roll, gonna boogie”, a ritmo de Stroll, más pesada y Blues pero con ese tono agresivo, macarra y vacilón que impregna todo el repertorio de los galeses. Una canción perfecta para ir cargando pilas mientras uno se unta el pelo con brillantina antes de salir el sábado.

Y cierra el disco con la versión de “Saturday nite” de Roy Brown. Otro clásico del Rhythm&Blues llevado a los terrenos de la fiesta desenfrenada y salvaje que es por donde mejor se mueven Cavan y los Rhythm Rockers. Esta cantada con verdadera mala leche y gritos de euforia. Es sábado noche y no hay mejor excusa para salir a comerse la ciudad. ¿Y qué mejor que hacerlo con Rockabilly del que nunca pasa de moda? Pues eso, colegas, los Cavan molan.

1. Boppin' 'n' shakin'

2. What'cha gonna do when the creek runs dry

3. Ol' black Joe

4. My own way of rockin'

5. Drinkin' wine spo dee o dee

6. That's my house

7. My little sister's gotta motorbike

8. Why don't somebody

9. Tennessee border

10. Teddy jive

11. Gotta be my baby

12. Monkey and the baboon

13. Gonna rock gonna roll gonna boogie

14. Saturday nite

Crazy Cavan and the Rhythm Rockers (also known as Cavan & The Rhythm Rockers, Crazy Cavan "N" The Rhythm Rockers, Crazy Cavan & The Rhythm Rockers are a Teddy Boy band from South Wales. The band formed in 1970, and is still actively touring and recording.

The band appeared in the 1980 film Blue Suede Shoes which detailed the revival of 1950s rock 'n' roll music scene at the time.

The first incarnation of the band was formed in 1964 by Cavan Grogan (vocals), Lyndon Needs (lead guitar) and Terry Walley (rhythm guitar) under the name "Count Dracula and the Vampires". In 1968, joined by Brian Thomas (piano) and Don Kinsella (bass), they took the name "The Sundogs". Then in 1970, with the addition of Mike Coffey (drums), they took the name "Crazy Cavan 'n' the Rhythm Rockers", a name which has endured. In 1973, the band formed its own record label, Crazy Rhythm Records (named after their own description of their music) and released their debut single, "Teddy Boy Boogie" (backed with "Bop Little Baby"). In 1975 they released their first album Crazy Rhythm on the Dutch Rockhouse label. In 1976, they signed with Charly Records in the UK, and released their second album, Rockability.

 

 

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