Extravagancia de la Rca a propósito de las excelencias del novedoso sonido con la producción de Robert Oakes, utilización de extractos musicales de la biblioteca estereofónica de la compañía y narración del célebre locutor chileno Raúl Matas. No esperen un equivalente patrio de las grabaciones de Raymond Scott o las rudimentarias odiseas espaciales de Joe Meek. Ni siquiera la desbordante alegría de Fred Astaire y Janis Paige en el musical SILK STOCKINGS a cuenta del milagro que reverbera. La extravagancia tiene un limite.