Acababa de morir Tommy Dorsey, incluso su hermano Jimmy que lo relevó un casi nada como director de la célebre orquesta cuando salió éste disco producido por la viuda de Tommy y organizado por su percusionista Warren Covington. Fue un éxito, el más grande que tuvo la orquesta desde los años de la guerra. Sonidos latinos (el cha cha chá) con sensibilidad yanqui (beat). Canciones muy famosas como el Rico vacilón o el Corazón de melón que instigaban al nuevo público del rock and roll, incluso a los fans de un Sinatra segunda etapa con ese lema eterno del faranduleo que se suele utilizar tras algún hecho luctuoso (en este caso, la muerte de los Dorsey) :el lema de QUE SIGA EL BAILE...