Conjunto / Set de pendientes y colgante ojo de Shiva /Santa Lucía Plata de ley

Conjunto de pendientes y colgante de ojo de Shiva y plata de ley 925.

Dimensión de la piedra: 18 mm.

Están en muy buen estado.

Expositores de metacrilato y cordón del colgante no incluidos.

*¿Conocías el Ojo de Shiva? Esta es una concha que proviene de la calcificación del opérculo del caracol turbo o turbante, y aunque desde hace miles de años que se perciben como piedras semipreciosas, son de naturaleza puramente orgánica. A menudo se encuentran en la playa y suelen denominarse también ojo de gato del Pacífico.

Al originarse de un largo proceso de calcificación, la piedra Ojo de Shiva se forma principalmente de nácar y carbonato de calcio (aragonito o calcita), y cada piedra es única, con sus propias características de forma y de color, pero por regla general, por un lado tiene un hermoso color blanco nacarado con una espiral concéntrica o torbellino, y del otro lado se observa una malla de colores que se asemeja a un ojo, donde puede resaltar un color principal como el marrón o naranja o apreciarse un diseño multicolor.

PAGO

El comprador dispone de 5 días para realizar el pago.

Las formas de pago reconocidas son transferencia Bancaria y pago tc.

MANEJO Y ENVIO

Envío tc paquete estándar certificado por Correos.

CONSEJOS:

Los cuidados adecuados para tus joyas de plata de ley 925 no rodiada (sin baño de rodio) son esenciales para mantener su brillo y evitar que se oscurezcan con el tiempo. Aquí tienes algunos consejos clave:

1. Limpieza regular: limpia con un paño suave (de microfibra o para joyería) después de cada uso para eliminar sudor, polvo y grasa.

Usa agua tibia con jabón neutro (como jabón de manos suave) y un cepillo de cerdas suaves (como un cepillo de dientes viejo) para limpiar zonas difíciles. Enjuaga bien y seca completamente.

Evita productos químicos agresivos (cloro, alcohol, amoníaco o limpiadores abrasivos), ya que pueden dañar la plata.

2. Almacenamiento correcto: guárdalas en un lugar seco y fresco, preferiblemente en una bolsa anti-humedad o un joyero forrado en tela suave. Sepáralas de otras joyas para evitar rayones (especialmente con metales más duros como el oro o piedras).

Envuelve las piezas en papel suave o tela si no las usas por mucho tiempo.