En el año 1849, tras hojear Schopenhauer, por enesima vez, sus manuscritos de juventud anoto esta valoracion sobre los mismos: Estos pliegos escritos en Dresde entre 1814 y 1818 muestran el proceso de fermentacion de mi pensamiento, un proceso del que nace toda mi filosofia y donde va recalcandose poco a poco, como un bello paisaje en medio de la neblina matinal. Lo mas digno de atencion es que ya en el año 1814 (a mis 27 años) todos los dogmas de mi sistema se habian visto consignados.