Editorial Renacimiento 2025 Col. Biblioteca de la Memoria, Serie Menor 153
Prólogo de Manuel Moreno Alonso.
21 x 15 cm 384 pag.
Un libro corrosivo al máximo que, en vez de usar la violencia en el ataque, se valió de un estilo de aparente candidez y de un tono exquisito para ejercer una crítica
Victorianos eminentes de Lytton Strachey apareció en Inglaterra en mayo de 1918, poco antes de terminar la Gran Guerra, y ocasionó un inmenso escándalo. El libro –que acuñó el término victoriano– presenta cuatro biografías distintivas, cada una de ellas bien representativas del mundo de la Iglesia anglicana, de la sanidad, de la cultura y de la milicia. Sarcásticamente, se las denominaba «eminentes», pero, tras desmitificarlas con un criticismo de corte harto novedoso y original, se las rebaja a la condición casi de pobres diablos. El libro, escrito con un lenguaje muy cuidado, pero con una intencionalidad sibilina, atentaba contra la falsa moralidad de todo el pasado reciente de Inglaterra, representado por el largo reinado de la reina Victoria (1837-1902). Desde luego, nunca antes se había cuestionado públicamente con tanta crudeza la historia reciente de una «sociedad respetable» en donde parecía que el caos y la incoherencia no tenían lugar, frente a la profunda crisis vivida en Francia tras el affaire Dreyfus o en España por la acción demoledora de la generación de 1898. «He leído Victorianos eminentes... Me parece de lo más perverso que se pueda concebir». Rudyard Kipling