Una de las mejores novelas cómicas de Alejandro Dumas. Escrita en 1840, antes de que Dumas alcanzara la fama como novelista, logra producir una chispeante serie de escenas cada vez más cómicas. Ambientada en la aldea calabresa de Nicotera, en 1817, Dumas se burla con buen humor de la peculiar combinación de intensa religiosidad, credulidad y astuto regateo que caracteriza a los habitantes de la campiña italiana.
Adán es un pintor itinerante de escenas religiosas y estatuas, pagado a través de una parte de las donaciones piadosas inspiradas por su trabajo. Su agradable vida se ve alterada cuando una Virgen que ha pintado empieza a hablar. La Madonna ofrece a los aldeanos una proposición: si éstos ahuyentan a la policía napolitana que busca al célebre bandido Marco Brandi, éste dejará de operar en su barrio.
El Gobierno napolitano, sospechando (correctamente) que este «milagro» ha sido urdido, impide a Adán seguir con su profesión. La vida del empobrecido pintor se complica aún más cuando aparece en su puerta un Marco Brandi herido. Adán esconde a Marco de la policía, y Marco es atendido por su hija casadera. Adán adopta una serie de recursos cada vez más ingeniosos (y divertidos) para ganarse la vida para su familia, uno de los cuales resulta contraproducente cuando es arrestado como jefe de los bandidos y condenado a muerte. ¿Se entregará Marco para salvar a Adán? Pero, si Marco se entrega, quién salvará a esa hija casadera de toda una vida de penas?
En un epílogo, Dumas escribe que, en 1835, se encontró con uno de los cuadros de maese Adán (que Dumas admiraba) en la ciudad calabresa de Mugnano, y su guía le contó la historia que presentamos.
Es un libro nuevo, edición realizada el año 2024 por Editorial Libros del Abate Faria, cuenta con 134 páginas.