Según L. Moreno Garzón en el prólogo al libro, el estudio de la historia de Alhama de Granada ha sido el eje de la actividad de investigación de Raya Retamero. Ahora da a conocer el documento que recoge el repartimiento de Zafarraya, acompañado del correspondiente comentario con nuevas aportaciones documentales y gráficas.
La importancia del territorio viene marcada por su situación geográfica -que la hacen punto clave del paso de la costa hacia el interior peninsular. Importante es su tradicional aprovechamiento ganadero y forestal, repartido entre Alhama y Vélez-Málaga, documentación rastreada en el libro en los litigios que ambas ciudades mantuvieron por este territorio hasta la supuesta carta de Boabdil de 1496, que daba a conocer en 1608 el concejo de Alhama, en su pretensión de testimoniar la correspondencia de su propiedad desde los nazaritas.
Se analizan los pleitos entre ambas ciudades, los mantenidos con el Conde de Tendilla e incluso con la misma Hacienda Real; la roturación del territorio, la introducción de los colonos, furtivos en su mayor parte; la independencia o segregación administrativa de las nuevas poblaciones aparecidas (Zafarraya, Ventas de Zafarraya y el Almendral), la visión del territorio en los viajeros y viajeras que transitan el Llano en los siglos que conforman la Edad Moderna y Contemporánea... El punto central del libro es el repartimiento del territorio en 1797, el motivo esencial y la razón del libro, mediante la transcripción del documento íntegro del repartimiento, tras la realización de un censo de los labradores introducidos en el Campo para regular el canon a pagar; ello constituyó el reconocimiento del uso y disfrute de la tierra y finalmente la propiedad.
El interés onomástico, toponímico y económico del documento de repartimiento está fuera de todo duda para Moreno Garzón.