Este libro examina los intentos de reformas ambientales de las últimas décadas bajo el concepto de desarrollo sostenible. Analiza los éxitos y fracasos, destacando la disminución de la contaminación en países ricos frente al aumento global. Se argumenta que el desarrollo sostenible sigue siendo un principio legítimo, aunque necesita redefinir sus condiciones operativas ante los desafíos de la crisis y las críticas al crecimiento.