En esta carta, Blessed John Henry Newman aborda la pregunta principal planteada por Mr. Gladstone: ¿Pueden los católicos ser súbditos confiables del Estado? Newman explora si una potencia extranjera tiene control sobre sus conciencias, lo que podría perjudicar al gobierno civil bajo el que viven. Además, examina las acusaciones de Mr. Gladstone sobre la pérdida de libertad mental y moral de los católicos, así como las afirmaciones sobre el rechazo de la historia antigua y el pensamiento moderno por parte de la Iglesia Católica.