Ariadna es una niña de Vic que siempre está preguntando cosas porque tiene ganas de saber. Un día, su tío la lleva a Barcelona y visita el laberinto de Horta. Allí le explica la historia de su nombre; la del hilo que Ariadna, hija del rey de Creta, dio a Teseo, el hijo del rey de Atenas, para que no se perdiera por el laberinto. Núria Albó escribe con un estilo literario y a la vez sencillo. Por eso es capaz de explicarnos cosas sobre los mitos griegos de manera comprensible y rica sin que nos demos cuenta. Y al mismo tiempo es capaz de actualizar la gran tradición de la que provenimos. La autora nos pone en contacto con un mundo muy antiguo a través de un pretexto tan sencillo como el nombre de una niña actual: Ariadna, y a través de un sentimiento tan profundo como la amistad. Y lo hace con un conocimiento de las cosas y los latidos de los niños tan bien explicado que los lectores de su edad se identifican con él, porque cuando Núria Albó escribe sobre Ariadna es porque piensa en una