Este libro explora la relación entre el arte y la fotografía, centrándose en el desarrollo de esta interacción en Inglaterra y Francia desde mediados del siglo XIX. Analiza cómo la fotografía ha influido en el arte y viceversa, ofreciendo una perspectiva histórica y filosófica sobre la evolución de ambas disciplinas. El autor, Aaron Scharf, ofrece un análisis profundo de la influencia mutua entre el arte y la fotografía, examinando cómo cada uno ha moldeado al otro a lo largo del tiempo.