En sus memorias, el Dalai Lama relata su infancia en el Tíbet, una civilización que ya no existe, y la lucha de todo un pueblo por su identidad y libertad. A través de este conmovedor testimonio histórico, comparte sus reflexiones sobre el budismo y el comunismo, el malestar de Occidente y la cuestión del medio ambiente, que es fundamental para su filosofía. Sobre todo, transmite su mensaje esencial: una gran confianza en la humanidad y la paz.