Maggie e Ira Moran llevan casados veintiocho años, y se nota en sus discusiones, en sus rutinas, en su capacidad de tolerar con afecto las excentricidades del otro. Maggie, una entrometida chiflada y adorable y una optimista irreprimible, no quiere nada más que arreglar el matrimonio roto de su hijo. Ira es exasperantemente práctico, un hombre que debería haberse casado con Ann Landers. Y lo que comienza como una excursión de un día a un funeral se convierte en una aventura en lo inesperado. Mientras Maggie e Ira navegan por los giros y vueltas tumultuosos, se cruzan con un elenco variado de excéntricos, y redescubren la magia del camino llamado vida y la alegría de tener a alguien a tu lado para compartir el viaje... baches y todo.