Este libro relata el proceso de Ana María García, conocida como la Lobera, en el contexto de la Inquisición. A través de una investigación exhaustiva, se reconstruye la historia de esta figura asturiana del siglo XVII, explorando las creencias y supersticiones de la época. El autor ofrece una visión documentada y sensata de la vida cotidiana en la Asturias rural, donde las leyendas de brujas y lobos se entrelazaban con la realidad.