En este segundo tomo de Burquette, Alberte, una joven adolescente, es apodada 'Burquette' por sus amigos debido a los experimentos socioeducativos de su padre. Alberte recibe una buena y una mala noticia: su padre planea encadenarla a una máquina de coser para concienciarla sobre la explotación infantil en la industria textil. Sin embargo, su madre la invita a un viaje a Balaisie, donde conocerá a una joven heredera famosa por sus escándalos, lo que le traerá una celebridad inesperada. Mientras tanto, su padre se prepara para convertirse en el Che Guevara de la máquina de coser.