Sumérgete en la meditación sobre el pensamiento y la vida del pueblo coreano a través de esta colección de relatos. Los personajes, cantores incansables, buscan el canto vivo de sus habitantes y un lugar para descansar tras la muerte. Desde tiempos remotos, los coreanos han vivido cantando, comunicándose a través de melodías que impregnan montañas, sembrados, mares y ríos como plegarias. La obra central narra la historia de una mujer cegada de niña por su padre, un juglar que creía que así concentraría sus facultades en la voz y el oído. Con su canto bello y dramático, ella transforma el paisaje y revitaliza la imaginación de su pueblo, mostrando la frágil belleza de la existencia humana a través de la voz y la visión.