Caritas in Veritate, la tercera encíclica de Benedicto XVI, aborda con realismo y esperanza los problemas creados por la crisis financiera, la falta de instituciones internacionales eficaces y la carencia de ética en las sociedades opulentas. El Papa insta a una conciencia solidaria que garantice la alimentación y el acceso al agua como derechos universales, señalando que la raíz de estos problemas reside en la razón oscurecida del hombre y no en los medios en sí. Enfatiza la necesidad de cristianos que busquen a Dios en oración, reconociendo que el amor lleno de verdad es un don divino, esencial para el desarrollo auténtico.