A Natty le encantaría ser una campeona de salto ecuestre y ganar una escarapela roja. Penelope está saltando en un espectáculo ecuestre y ha llevado a Natty como su mozo de cuadra. Natty está contenta de estar allí, aunque no esté compitiendo, ¡al menos puede mirar! Si tan solo Ned, el poni mágico, estuviera allí también. Pero Ned está más cerca de lo que ella piensa. Y está a punto de mostrarle a Natty que incluso los sueños más salvajes pueden hacerse realidad.