Este libro, escrito por varios autores, explora la relación entre democracia y poder, y cómo esta relación da sentido a la ciudadanía en el contexto de la educación. Se argumenta que la escuela debe ser un espacio comunitario para dignificar la política y al individuo. Los capítulos analizan cómo conceptos como ecología, territorio, género, multiculturalismo, globalización y democracia pueden entrelazarse para promover la emancipación del individuo a través del conocimiento. En un momento de creciente conservadurismo moral y neoliberalismo económico, el libro defiende la necesidad de empoderar a los individuos ante los desafíos sociales y culturales.