En Cold Killing, el inspector de policía Sean Corrigan se enfrenta a una serie de brutales asesinatos en el sur de Londres. Sin un método claro, sin pruebas forenses y sin conexión aparente entre las víctimas, Corrigan debe usar su habilidad para identificar la oscuridad en los demás para resolver los crímenes. A medida que la violencia aumenta, Sean se ve obligado a encontrar al culpable antes de que el caso se vuelva demasiado personal.