En 'Cómo llegué a odiar a mis compañeros de piso', Meritxell Gil nos cuenta de forma divertida las anécdotas de más de diez años viviendo en pisos compartidos. Combinando una narración ágil con humor gráfico y páginas de historieta, la autora no deja escapar nada: caseros miserables, estudiantes erasmus, zulos, agencias piratas, crucifijos encima de la cama, adictos a la suciedad… Tanto si hemos compartido piso, como si hemos tenido a alguien cerca que ha vivido esta experiencia, no dejaremos de reír con este ameno libro. ¡No se admiten perros ni a Toshi!