En un caluroso verano de 2010, el comisario Jaritos asiste a la boda de su hija Katerina. Al día siguiente, es informado del asesinato de Nikitas Zisimópulos, un antiguo director de banco. Este homicidio coincide con una campaña anónima contra los bancos, animando a los ciudadanos a boicotear las entidades financieras y no pagar sus deudas e hipotecas. Grecia se encuentra al borde de la bancarrota, y la población protesta por los recortes. Jaritos deberá enfrentarse a un asesino mientras lidia con las tensiones políticas y sociales del país.