En una tranquila playa, Bud y Jill filman sus encuentros amorosos sin saber que se convertirán en testigos de un evento que conmocionará al mundo: la explosión del vuelo 800 de la TWA. Doscientas treinta personas mueren, y el video de los amantes podría ser la única prueba de lo sucedido. Cinco años después, John Corey y su esposa Kate Mayfield, de la Fuerza Antiterrorista Federal, reabren el caso al sospechar que se encubre la verdad. Sus investigaciones los llevan al video, una prueba que compromete la versión oficial de la CIA y el FBI. Una trepidante investigación ficticia basada en un hecho real.