Adela, una joven de la alta sociedad madrileña, solo tiene ojos para Carlos, un joven músico que conoce desde la infancia. La novela refleja el idealismo social y el movimiento cultural que bullen en las calles de Madrid durante los últimos años del régimen de Franco. Es un canto a la libertad y a la lucha por la identidad en tiempos de incertidumbre, donde mujeres y hombres valientes inspiran a no rendirse.