En este libro, Rodrigo Cárdenas nos presenta una lucha interna, una batalla constante donde la mente se defiende de la locura, la soledad y el sufrimiento. El autor utiliza la poesía y la escritura como armas para evitar perderse en esta contienda. Cada página está marcada por cicatrices, curadas con alcohol y tinta, donde el sueño se presenta como un pacifista que obliga a detener la lucha. Cárdenas nos advierte que no todo es verdad ni mentira, ya que la locura toma el control y la mente cuenta sus propias historias. El autor busca la verdad sin encontrarla, invitando al lector a usar el libro como una forma de escape, acompañado de música triste o una copa de vino, para entender y dejarse mecer por las palabras en los momentos difíciles.