En 'De petit cada any és un dit', la historia se desarrolla en una noche, durante la vigilia del cuarto cumpleaños de una niña. La protagonista no puede dormir porque sus dedos están discutiendo sobre cómo representar el número cuatro. Antes, levantaban el índice, el corazón y el anular, mientras el pulgar y el meñique permanecían juntos como amigos. Ahora, uno de ellos debe quedarse solo mientras los otros se levantan. ¿A quién le tocará? Este pequeño problema se vuelve inmenso en la mente de la niña, quien se preocupa por temas como la amistad y la soledad, y desea encontrar una solución que satisfaga a todos. Las ilustraciones de Imma Pla, con su fondo azul nocturno y formas esenciales, aportan una gran inmediatez visual al cuento e invitan al pequeño lector a interactuar con el libro.