El inspector jefe Wexford se encuentra en Londres recuperándose de una intervención quirúrgica cuando un asesinato interrumpe su convalecencia. El cuerpo sin vida de Loveday Morgan aparece en la cripta de un cementerio cercano. A pesar de que su sobrino Howard le pide que no intervenga, Wexford investiga por su cuenta y descubre que Loveday era una joven tímida con un nombre falso y un pasado oculto. A medida que Wexford profundiza, desentierra conexiones siniestras con un culto religioso y un líder encarcelado por abuso sexual, lo que lo lleva a perseguir una nueva y peligrosa pista.