En 'Dying to Please', Linda Howard nos presenta a Sarah Stevens, una mujer con muchas cualidades distintivas: leal, hermosa, profesional e impecablemente organizada. Como mayordomo, es experta en administrar grandes hogares sin problemas, pero también es una guardaespaldas entrenada y una tiradora experta, indispensable para su anciano empleador, a quien Sarah ha llegado a respetar y amar como a un padre. Una noche, frustra un robo en curso, un acto valiente que le otorga a Sarah sus quince minutos de fama con la prensa local. Pero la exposición es suficiente para llamar la atención de un alma torturada que no se detendrá ante nada para tenerla para sí. La vida perfectamente ordenada de Sarah se hace añicos cuando ocurre una tragedia: su amado empleador es brutalmente asesinado. El detective que investiga el caso asegura a Sarah que no es sospechosa, hasta que un segundo asesinato la convierte en la principal sospechosa. La única opción que le queda a Sarah es seguir con su vida, pero