Este libro de Kaz Cooke aborda los problemas de la adolescencia, una etapa en la que todo parece abrumador. El cuerpo cambia, aparecen las imperfecciones y las relaciones interpersonales se vuelven más complejas. La protagonista muestra que no es necesario ser perfecta para lograr las mismas cosas que las chicas que lo aparentan, destacando la importancia del interior sobre la imagen. Un libro divertido y didáctico que invita a la reflexión sobre la autoaceptación y la belleza interior.