Este libro explora la vida y obra del pintor austriaco Egon Schiele, desde sus inicios en la Academia de Bellas Artes de Viena hasta su maduración estilística influenciada por Gustav Klimt. Se centra en su producción centrada en la figura humana y paisajes visionarios, destacando su técnica, el uso de tonalidades ocres y marrones, y la representación de rostros caricaturescos y cuerpos deformados que revelan un erotismo provocador y una obsesión por la identidad sexual y la muerte. A pesar de su fallecimiento prematuro, su obra ha ganado reconocimiento por su maestría y economía de líneas.