En la costa de California, una casa frente al mar ha sido testigo de innumerables historias de amor, odio, felicidad y dolor a lo largo de un siglo. Cuando Julia, una mujer de treinta y dos años que aún está de luto por la pérdida de su esposo, decide vender la casa que compartieron en Santa Cruz, desencadena una serie de cambios en la vida de las familias que la han alquilado año tras año. Esta novela explora las conexiones humanas y cómo un lugar puede ser el escenario de múltiples destinos entrelazados.