En el Londres victoriano, el superintendente Thomas Pitt se ve envuelto en una conspiración política que amenaza con derrocar la monarquía. Debido al testimonio clave de Thomas Pitt, el soldado y caballero John Adinett es sentenciado a la horca por el asesinato de su amigo Martin Fetters. Sin embargo, en lugar de ser felicitado, Pitt es relevado de su puesto y destinado a Whitechapel, en el East End. Mientras sigue la pista de complots anarquistas, su esposa Charlotte busca descubrir los móviles del crimen. Anne Perry nos sumerge en las luces y sombras de la sociedad victoriana en esta vigesimoprimera novela de la serie del inspector Pitt.