En 'El Día de Érase una Vez', José Rodríguez-Trillo nos sumerge en un amanecer peculiar donde el sol se muestra perezoso y los tonos grises dominan el ambiente. En este contexto, el señor N, un personaje que prefiere los miércoles a los lunes, se verá envuelto en una aventura inesperada. La magia de los sueños imposibles desafiará la temible ley del 58, que prohíbe a los habitantes de la ciudad enamorarse. Este cuento te invita a explorar un mundo de baldosas parlanchinas, nubes parisinas y sueños de amor verdadero que perdurarán en tu memoria.