En la Francia del siglo XIX, mientras París vive revoluciones, en el oeste se gestan revueltas contrarrevolucionarias. Tras la muerte del barón de l’Aubépine des Perrières, su hijo Aubépine el Joven llega para romper con la nobleza, generando recelo en Lambert, el guarda de caza. La relación entre amo y sirviente se vuelve sofocante, un duelo de miedos y silencios donde la línea entre ambos se desdibuja, llevando la tensión al límite.