Los Espíritus ejercen sobre el mundo moral y aún sobre el mundo físico una acción incesante: obran sobre la materia y el pensamiento y constituyen una de las fuerzas de la naturaleza causa eficiente de infinidad de fenómenos no explicados o explicados imperfectamente hasta ahora y que sólo hallan una solución racional del espiritismo. Las relaciones de los Espíritus con los hombres son constantes. Los buenos nos impulsan al bien y nos sostienen en las pruebas de la vida ayudándonos a sobrellevarlas con valor y resignación. los malos nos impelen al mal y se gozan en vernos sucumbir y en que nos asimilemos a ellos. Los Espíritus se manifiestan espontáneamente o por evocación y sus comunicaciones con los hombres son ocultas u ostensibles.