El merodeador es una novela de Vicente Muñoz Álvarez, ilustrada por Toño Benavides. La obra describe la visión de un narrador enfrentado a sus propios fantasmas, narrando el desasosiego y la sensación de extrañamiento que se hace habitual en él. Durante casi una década, el autor vivió en viejas casas de pueblo aisladas, dedicándose a escribir una ficción relacionada con sus percepciones y experiencias de ese cambio de entorno.