Juan se despierta una mañana con un enorme bigote. Al principio, piensa que esto le permitirá hacer cosas de adultos, como ir al cine a ver películas para mayores o vestirse con traje para ir a trabajar. Sin embargo, pronto se da cuenta de que tener bigote conlleva una rutina que no le gusta. ¿Qué hará Juan para librarse de este problema? ¿Será suficiente con unas tijeras para volver a la normalidad? Un cuento infantil sobre la identidad y el crecimiento.