En el año 1564, un documento de vital importancia para el Papa Pío IV corre el riesgo de caer en las manos equivocadas, lo que podría tener consecuencias catastróficas para el Vaticano. Este documento se encuentra en la corte de Felipe II, y el Papa envía al nuncio con la misión de garantizar su seguridad. La respuesta debe transmitirse oculta en un cuadro de Sofonisba Anguissola, dama de la reina española y pintora reconocida en Italia. Sin embargo, las cosas no salen según lo planeado y el documento permanece perdido durante muchos años, hasta que es descubierto de manera fortuita. Años después, en 1624, Anton van Dyck visita a Sofonisba en su casa de Palermo. La pintora, ya anciana y casi ciega, pero aún lúcida, le cuenta su historia y su experiencia en la corte española. No obstante, nunca revelará el contenido de aquel documento que cayó en sus manos por azar, una trampa mortal que puso en peligro su vida y el futuro de la Iglesia.