Lady Helen Bowman, hija del conde de Wallpole, es una apasionada de las novelas románticas y detesta la falsedad. Al descubrir que el hombre que su familia considera ideal para ella es, en realidad, un individuo hipócrita, idea un plan para impedir ese matrimonio. Lord Frederick Kerr, barón Wallace, ha dedicado su vida a la historia y a viajar, a pesar de su reputación de juerguista debido a su amistad con el Club de los Benditos. No tiene interés en las jóvenes debutantes, especialmente en Helen, a quien considera una niña consentida. Sin embargo, una promesa hecha a su padre en su lecho de muerte le obliga a cortejarla, y está decidido a cumplirla. Desafortunadamente para él, no ha contado con la determinación y el ingenio de lady Helen.