Este libro es una biografía de Enric Prat de la Riba, una figura clave en la historia del nacionalismo catalán y la cultura catalana moderna. El libro examina su papel en la creación y el desarrollo del Institut d'Estudis Catalans, una institución académica que ha desempeñado un papel importante en la promoción de la lengua y la cultura catalanas. La obra ofrece una visión detallada de la vida y el legado de Prat de la Riba, así como de su impacto en la sociedad catalana.