La vida de Peter, un joven judío, transcurre entre la alegría de su padre, un diplomático, y la rectitud de su abuelo, un doctor. La historia se desarrolla en el lujoso Berlín que presagia la tragedia de la guerra y la soledad de una granja húngara. Un mundo que termina y una vida que comienza. Esta novela enseña a no repetir los errores del pasado, abordando temas como el antisemitismo y los desastres de la guerra de manera realista.