En este relato autobiográfico, Carolyn Jessop narra su vida dentro de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (FLDS), una secta religiosa ultraconservadora en Estados Unidos. Forzada a un matrimonio arreglado a los 18 años con un hombre 32 años mayor, Carolyn describe los abusos psicológicos que sufrió durante 15 años y su valiente huida con sus ocho hijos en 2003. Este libro expone un mundo de fanatismo religioso, privación de derechos y control absoluto sobre las mujeres, destacando la inspiradora lucha de Carolyn por la libertad y la custodia de sus hijos.